
Ese alcohol que alivia a la crisis económica… y la empeora
A medida que la crisis crece y hay menos plata en los bolsillos, el estrés aumenta. Pero las personas necesitan salir a relajarse, conformando así un círculo vicioso necesario porque pierden el dinero que apenas tienen, pero olvidan sus problemas al menos por una noche.
La crisis mundial económica que afecta a los EE.UU y por consecuencia, nos sube el precio de los productos alimenticios y nos rebaja la mesada semanal, ha comenzado a asomarse peligrosamente en el aire chileno, las personas recién perciben la magnitud de la crisis y como afectará en lo cotidiano de sus vidas, ya sea manifestándose como estrés y un consumismo aliviador que provoca un círculo vicioso visible en los locales de Manuel Montt.
Juan Briones trabaja en una ferretería desde hace dos años, recibe sueldo mínimo y vive junto a su pareja Andrea Aguilera, quien trabaja de mesera. Ambos viven en Providencia y dependen del uno del otro. Con la crisis económica, han visto dramáticamente como los precios y sueldos varían. Sin embargo, desde que comenzaron a salir siempre van a tomarse un trago los días jueves a Manuel Montt, sin importar como los tenga la crisis.
“Con mi polola siempre venimos porque es parte de lo cotidiano, hemos tenido que suprimir muchas cosas, pero relajarse un día jueves celebrando el casi término de la semana es algo que no tranzamos, siempre aparecerá un par de luquitas para eso”, comenta Juan, mientras bebe una fría cerveza de un litro compartiéndola con su novia en el local Tavarua.
“Los precios se han mantenido, por tanto, la gente no percibe algún cambio. Vienen igual, con crisis y sin ella. Más aún, tengo la impresión de que el número de clientes ha aumentado. Pero creo que es debido a la época, a fin de año siempre se llena más”, comenta Jaime Grez, dueño del “Rest-bar”, ubicado en Manuel Montt.
“Se ha notado un bajón horrible, desde hace un mes aproximadamente que la clientela ha bajado considerablemente. Y peor aún, si vienen, se toman los tragos más baratos del local. El problema es que cuando ocurre este tipo de cosas comienza a entrar menos plata al local y corre mucho riesgo nuestro sueldo o nuestra pega”, señala preocupada Patricia Vera Muñoz, quien trabaja de bar-woman en un ya decadente y vacío Pub llamado “Background”.
El cajero del café Cabo Frío sostiene que existe una disminución en algunos locales como el Background y donde él trabaja. “Existen locales y locales, en algunos de más categoría y precios altos la clientela disminuye ya sea por la crisis o por ser fin de año. En otros casos, ocurre el efecto contrario, pero se debe a que los precios son más bajos. Es ese el factor determinante en este tipo de situaciones” afirma Miguel Balart, quién trabaja en el café hace años.




